En mi opinión en esta frase se encuentra el sentido de la amistad hacia todas las personas y nuestra solidaridad hacia los demás.
Ya que por otras personas por el simple echo de ser personas, nos sentimos 'obligados' a ser solidarios y buenos con ellos y ayudarles. Ayudar a una señora mayor a cruzar la calle, dejar paso a otra personas, porque solo por eso, damos lo mejor que hay en nosotros, porque todos somos 'iguales', y como a todos nos gusta que nos traten bien y que nos ayuden, hacemos por ellos lo mismo que nos gustaría que nos hicieron a nosotros, y aunque tengamos un mal día, y no tengamos ganas de hacerlo, en el fondo, queremos. Porque, a todos nos gusta que nos traten bien, y les damos a los demás lo mejor que hay en nosotros, para que en un futuro, esperemos cercano, todos nos tratemos con igualdad, estando en la posición social en la que estemos, porque todos somos personas.
Una historia:
Esto era un hombre, su caballo y su perro que iban caminando por una carretera.
Cuando pasaban cerca de un árbol enorme cayó un rayó y los tres murieron. Pero el hombre no se dió cuenta de que había abandonado este mundo, y prosiguió su camino con sus 2 animales.
La carretera era muy larga, colina arriba, el sol era muy intenso, y ellos estaban sudados y sedientos. En una curva del camino vieron un magnifico portal de mármol, que conducía a una plaza pavimentada con adoquines de oro, en el centro de la cual había un afuente donde manaba agua cristalina.
El caminante se dirigió al hombre que custodiaba la entrada.
-Buenos días
-Buenos días, respondió el guardián
-Cómo se llama este lugar tan bonito?
-Esto es el Cielo
-Que bien que hayamos llegado al Cielo, porque estamos sedientos
-Usted puede entrar y tomar tanta agua como quiera
Y el guardian señaló la fuente
Pero mi caballo y mi perro también tienen sed...
Lo siento mucho pero aquí solo se permite la entrada a personas
El hombre se levantó con gran disgusto, puesto que tenía muchísima sed, pero no pensaba beber solo; dio las gracias al guardian y siguió adelante.
Después de caminar un buen rato cuesta arriba, ya exhaustos, llegaron a otro sitio cuya entrada estaba marcada por un puertecita vieja que daba camino de tierra rodeado de árboles.
A la sombra de uno de los árboles habia un hombre echado, con la cabeza cubierta por un sombrero.Posiblemente dormía.
-Buenos días dijo el caminante
-El hombre respondió con gesto con la cabeza
-Tenemos mucha sed, yo, mi caballo y mi perro
-Hay una fuente entre esas rocas, dijo el hombre, indicando el lugar
Podéis beber tanta agua como queráis
El caminante, el caballo y el perro fueron a la fuente y calmaron su sed
-El caminante volvió atras para dar las gracias al hombre
-Podéis volver siempre que queráis, le respondió
-A propósito ¿Cómo se llama este sitio?
-Cielo
-Cielo?, si?, si el guardián del portal de marmol me ha dicho que aquello es el cielo
-Aquello no era el cielo, era el infierno, contestó
-El caminante quedó perplejo
-Deberíais prohibir que utilicen su nombre¡ Esta información falsa debe provocar grande confuciones¡
-De ninguna manera¡ En realidad nos hacen un gran favor, porque allí se quedan todos los que son capaces de abadonar a sus mejores amigos
Porque, por otras personas somos capaces de hacer lo que sea y por ello darles lo mejor que hay en nosotros.